IRREVERENCIA…
A la palabra IRREVERENTE, en este contexto, también la podríamos llamar HIPOCRESÍA mal entendida.
IRREVERENTE, del verbo “la vida ya es bastante jodida (a veces) como para ir andando con gilipolleces y falsas modestias por querer ser políticamente correctos con todos.” ?
Uno de los pasos importantes de la madurez, profesional y personal, aunque solo sea a ratos, es entender que no se puede caer bien a todo el mundo, ni todo el mundo te puede caer bien.
No queramos ser quienes no somos por querer quedar bien con todos. Eso no incluye ser déspotas, cínicos, maleducados o irrespetuosos. Pero tampoco forma parte de tu contrato personal ser hipócrita.
Como dijo Oscar Wilde, “sé tú mismo, los demás papeles ya están elegidos.” ?
A veces el silencio o la ignorancia son armas más poderosas que cualquier comentario. Porque al fin y al cabo, la omisión y la prudencia también son la respuesta a diferentes tipos de “ruido”. ?
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Un libro de desarrollo personal para leer en los días jodidos… y en los que no. 😉
